domingo, 18 de marzo de 2007

LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA: UN HECHO REALMENTE IMPORTANTE

LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA: UN HECHO REALMENTE IMPORTANTE



CIRO RINCÓN RÍOS
Prof. Música Escuela Normal Superior de Pamplona


Partiendo de la premisa afirmativa de que la lengua oral y escrita no constituye la única forma de comunicación, sino que, por el contrario, existen otros lenguajes de igual o mayor relevancia, la expresión artística se constituye en las instituciones de carácter educativo en el vehículo más apropiado para que los alumnos y alumnas puedan relacionarse mejor con el contexto que los rodea.

En el área de Educación Artística están comprendidas diversas formas de expresión y representación: plástica, música y dramatización. Estas disciplinas apuntan directamente a desarrollar en los alumnos capacidades de percepción, expresión, análisis y juicio crítico.

En el marco del decreto 3012 que reestructura las escuelas normales, y especialmente en lo referente a nuestro proyecto educativo, en la Normal Superior de Pamplona la expresión artística juega un papel importante dado que constituye el énfasis. Es importante por sí sola, pero aún más si se tiene en cuenta que el nuevo maestro debe tener un perfil completamente reflexivo y humanista.

Es una tarea que nos compete a todos los docentes de este querido plantel, como quiera que hoy en día se conciba la educación como un proceso integrador y no como una serie de eventos fragmentados y desarticulados que desubican sustancialmente a los alumnos, sustrayéndolos del mundo que les corresponde vivir.

No se pretende formar artistas ni brindar una educación especializada en este campo. Se trata sí de formar personas con ciertas competencias realmente necesarias para la vida, con la apropiación de lenguajes artísticos, de tal manera que les permita relacionarse con el mundo cotidiano desde una actitud más crítica, yendo más allá del solo hecho pasivo de “ver” u “oír”, para lograr conceptuar, comprender y evaluar con autonomía, aquello que se mira o se escucha. En síntesis, los lenguajes estéticos buscan desarrollar paulatinamente la inteligencia creadora, la atención, la memoria, el juicio crítico, la reflexión y la sensibilidad artística. Por consiguiente, los proyectos en éste campo apuntan a que la educación artística en la Escuela Normal Superior de Pamplona contribuya a que nuestros alumnos y alumnas realcen significativamente los contenidos de su experiencias, de su pensamiento y de su fantasía.

La educación musical incluye una parte de percepción activa y otra de expresión y elaboración musicales, a través de tres medios: la voz y el canto, instrumentos, y movimiento y danza. En consecuencia, la música se propone preparar al alumno como intérprete, auditor y receptor musical, realizador expresivo y creativo, y conocedor de los rudimentos de la técnica del lenguaje musical. Nuestros alumnos han de concienciar el papel de la música en la sociedad actual y la capacidad de disfrute para el ocio partiendo del hecho de que la Música emplea como elemento material y mediador ciertas cualidades articuladas de sonoridad: timbre, tono, intensidad, duración, ritmo y melodía.

La Plástica tiene como elemento las imágenes, realizadas éstas mediante instrumentos clásicos o por medios tecnológicos recientes. Pretende el conocimiento e interpretación de la imagen, la interpretación de significados plásticos y el análisis crítico de mensajes icónicos.

La Dramatización adopta roles de representación e interpretación de sucesos y personajes, incorporando la dimensión estética y la integración de recursos expresivos: voz, gesto, movimiento corporal, disfraz, etc., procurando medios para sistematizar y usar la capacidad dramática de cada uno.


MÚSICA: “compañía incesante de la Escuela Normal Superior de Pamplona”

Sin lugar a dudas es la música el lenguaje universal toda vez que se basa en símbolos y grafías que una vez codificados permiten registrar sentimientos y emociones. Es el lenguaje del alma, del corazón, de las sensaciones y los estados de ánimo. La música permite exteriorizar los diferentes estados que se encuentran al interior de las personas para lo cual las palabras quedarían cortas.

En los establecimientos educativos la música ha sido por siempre la “cenicienta del paseo” toda vez que no se cuenta con la infraestructura y los elementos necesarios para desarrollar actividades propias del área. Esto ocurre en la mayoría de instituciones a nivel nacional. Si a lo anterior agregamos la poca importancia que se da al proceso musical al interior de los establecimientos educativos para asumir ésta área como parte vital y necesaria en la formación de personas con alto grado de sensibilidad por la belleza y la estética, entonces queda relegada a un segundo plano, sin mayores expectativas para quienes deben formarse integralmente.

Es un error aceptar por cierta la frase que constantemente se escucha y que reza que el “músico nace y no se hace”. Esta premisa tendría validez siempre y cuando los establecimientos de educación formal de básica y secundaria tuviesen como tarea fundamental la de formar músicos profesionales pero, en condiciones normales, una institución educativa debe desarrollar solo los aspectos elementales, es decir aquellos que se contemplan en la educación popular. Esto significa que los alumnos deben vivenciar procesos que les permita conocer lo necesario para entender el hecho musical. Está plenamente demostrado que la música también se aprende, solo se requiere atención, concentración, voluntad e interés como en cualquier otro campo del conocimiento. Es importante tener en cuenta este aspecto si se quiere romper con el estigma que la ha colocado al alcance solo de los privilegiados.

Afortunadamente en nuestra Escuela Normal Superior se ha querido revaluar el concepto musical durante los últimos años. Se han manejado procesos musicales básicos teniendo en cuenta la creatividad y sobre todo la práctica, sin olvidar que la teoría es importante.

Los alumnos tienen la oportunidad de demostrarse a sí mismos que son capaces de decodificar los mensajes musicales ya sea cantando o ejecutando un instrumento _que a propósito es la flauta en la mayoría de casos, dadas las condiciones económicas actuales_ han despertado la sensibilidad auditiva y escuchan músicas con una alta dosis de imaginación, manejan los elementos propios de la sensibilidad rítmica tales como la grafía, la voz y los instrumentos, y se encuentran en un proceso de cambio con respecto al concepto del fenómeno sonoro en general.

Paralelo al proceso formativo se desarrollan proyectos musicales como “la vida es una nota” el cual se centra en la conformación de grupos musicales exclusivos para presentaciones y conciertos como realmente se ha demostrado con el grupo instrumental y vocal “notas de amor normalista” integrado por alumnos desde 6to hasta el Ciclo Complementario, con la participación de profesores, y que muy en alto ha dejado el nombre de nuestra institución en las innumerables presentaciones realizadas. Es honroso para mí como director y para los integrantes del grupo musical recibir el aplauso y el estímulo de parte del público y de los colegas maestros.


La música sí se puede aprender, se puede practicar y sí es importante para las personas. Por esta razón debemos apostarle, debemos abrirle espacios y aceptar el hecho musical como algo realmente importante en la vida escolar. Por su esencia misma, el arte musical es quizá el factor educativo de mayor importancia y el de más fecundas esperanzas para conseguir paulatinamente la fraternidad humana. Por esto debemos considerarlo como vehículo de autentica acción social.




























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